AGASUTACO, EL TASAJO Y CD. HIDALGO

MORELIA

Analizando por google la ruta adecuada para ir de Querétaro a Cd. Hgo. Llegué a la conclusión de que la mejor manera era regresando a Morelia. Así que regresé por un día.

Con mi familia en la boda de mi sobrina Antonieta.

Cené con mi familia y pude convivir un poco más con mi hermano Víctor.

Con mis hermanos: Víctor, Cecilia y Juan.

Por la mañana del viernes 22 de enero Paco Villanueva, un buen amigo, me llamó y se ofreció para llevarme a la central camionera. 

Con Paco Villanueva, en su restaurant de mariscos Barrio Alto # 500, Col. Barrio Alto (Torreón Nuevo). Les recomiendo pedir el pez diablo (afrodisiaco), es exquisito. La Whua-Whua es el único lugar en Morelia donde lo podrán comer.

Co Paco en la terminal de camiones en mi salida definitiva.

En la terminal c.Con el camión que me llevó a Cd. Hgo.

Platicamos con Paco un rato y finalmente a la una de la tarde salí rumbo a “Agasutaco”, un restaurant sui generis al borde de la carretera, entre Cd. Hidalgo y Tuxpan. Un gran amigo, Salomón Rivera Teja, es el propietario del lugar.

Salomón es un hombre que supo hacer de su vida una obra de arte. Y que ha logrado el éxito y la felicidad gracias al apoyo de Elvia, su maravillosa esposa, y sus hijas Daniela (casada) y Natalia. Incluso, ¡vaya anécdota!, El INEGI ya bautizó el lugar como Agasutaco, lugar con cinco habitantes, pero nació Daniel hace un mes, lo cual significa que ya tiene 6 habitantes.

Con Salomón.

En Agasutaco si pides tres tacos, te dan tres tortillas y tú pasas al área de guisos, con una gran variedad de guisados que tienen a tu disposición.

Tiempo después Salomón mismo se hizo la competencia y atravesando la carretera puso un lugar de lujo, la verdad, y no es coba, en el Tasajo se come de lujo y tiene buenos vinos y bebidas (el café de lo mejor), muy buen servicio. Afuera, juegos para niños, chapoteadero, campos de futbol, zona boscosa, gran variedad de árboles con jardines bien cuidados. En fin: un lugar paradisiaco. Para muestra vean algunas fotos.

Me hospedó en una cabaña que ya quisieran muchos hoteles de 5 o más estrellas.

La cabaña de 15 estrellas. (Con todos los servicios).

Al día siguiente hice mi “chou” en el Tasajo y los comensales fueron benévolos conmigo. Me compraron algunos discos y otros cooperaron con algo de su pecunio para mi viaje.

Una niña me pidió las mañanitas para su abuelito y se las cantamos entre los dos.

Con Elvia y Salomón ¡Qué pareja!

Con un auténtico roble de 84 años.

Absoluta libertad en El Tasajo.

Por las mañanas Salomón acostumbra alimentar a sus pájaros. Coloca semillas en unas tablitas y las sube con una cuerda a los árboles. Los pájaros son clientes asiduos del Tasajo, pero nunca dejan ni propina.

Por la noche, el yerno de Salomón me llevó a Cd. Hidalgo, estaba en el portal y me encontré sorpresivamente a un amigo de Morelia: Javier, gerente de Modatelas, y a un ajedrecista al que había tratado poco: José Correa, quien me contactó con Benjamín Machuca, el presidente del Club de Ajedrez Jaque Mate, otro amigo a quien no veía desde hace muchos años.

CIUDAD HIDALGO

Benjamín me invitó para la reinauguración de su club el lunes por la tarde, me di cuenta que por fin el tiempo era mío, y me dije –que carajo puedo hacerlo-. Hice llamadas a Toluca y a Ixtlahuaca donde estaba buscando crear compromisos para presentaciones artísticas y se arregló todo para salir de Cd. Hgo. hasta el martes por la mañana.

Comí con José, su hermana y su mamá me trataron muy bien, y esa noche me hospedó Benjamín, quien tiene también una bella familia. Su esposa Eréndira y tres hijos: Alejandro, Max y Diego, en junio llega un nuevo miembro (se sospecha que será niña).

Con Benjamín y su familia.

El lunes por la mañana me encontré a Gudberto, otro viejo amigo, ahora dueño de un semanario local: El Trompo. Por la tarde nos reunimos con Benjamín y sus muchachos en el club de ajedrez para la inauguración.

Las instalaciones del club de ajedrez, son lo mejor que he visto, y conste que he conocido muchos clubes de ajedrez en todo el país. Vi a Benjamín como si fuera yo hace muchos años cuando inicié mi club de ajedrez en Morelia. Con gran entusiasmo y muchas ideas y proyectos. Le va a ir mejor que a mí porque tiene mejor organización y más apoyo de lo que tuve yo.

Cuando llegaron los miembros del club ofrecí una clase sencilla, pero creo importante, sobre las vacunas contra todas las aperturas semiabiertas (líneas sencillas y excesivamente breves contra cada defensa después de 1.e4).

Con los miembros del Club Jaque Mate.

 (El de barba blanca es Gonzalo, a su izquierda Benjamín)

Luego canté tres o cuatro rolas y dije un poema. Me gustó mucho el trato de los “chavos” del club, se llevan muy bien jóvenes y adultos.

Me atrevo a asegurar, por el entusiasmo de Benjamín y de los socios adultos del club, que Cd. Hidalgo va a tener mucho que decir en el ajedrez michoacano y nacional, démosles un par de años. Estoy seguro que no me equivoco.

Finalmente nos desvelamos en una amena charla con café, Benjamín, Gonzalo y yo. Gonzalo es un gran pintor, él fue quien dibujo la obra que ganó mi club (Luis C. Chávez) en un torneo hace ya varios años, y que siempre tuvimos a la vista en la sala de juegos del club. Seguramente todos mis alumnos la recuerdan (una reina blanca amenazando a un rey negro).

En ese lapso le expliqué a la hermana de José algunas cosas para mejorar su técnica en pintura, le di una clase de matemáticas a Alejandro, el hijo mayor de Benjamín, le puse a Diego (el menor), su primer ejercicio para tocar guitarra, y él (Diego) me comprometió a estar en Cd. Hgo. El 12 de mayo de 2017, en su cumpleaños, cosa que deseo cumplir.

El martes 26 por la mañana salí con rumbo a Toluca.